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Introducción

El Papa Pío IX, por la Bula "Christianae Religionis Autor", del 28 de febrero de 1850 fundó el Obispado de San José en Costa Rica. Se constituyó en la primera y única diócesis para el territorio de la República de Costa Rica, durante la segunda mitad del siglo XIX. La Sede Episcopal de la diócesis se situó en la ciudad de San José, capital de la nación. Catorce años antes con la construcción de la primera ermita comenzaba para esta comunidad una experiencia que  se remonta hasta nuestros días. Y no será sino hasta 1846 cuatro años antes de ver la luz la nueva diócesis que comenzaba a caminar como parroquia. 

 

Será el Papa Benedicto XV por la Bula "Preedecessorum", del 16 de febrero, estableció la Provincia Eclesiástica de Costa Rica. La nueva organización eclesial costarricense desmembró de la diócesis de San José, la diócesis de Alajuela y el Vicariato apostólico de Limón y el obispado de San José se constituyó en la Arquidiócesis. Según ese documento pontificio, la Arquidiócesis de San José integraba en su territorio tres provincias de la República: San José, Cartago y Heredia. Se constituyó así en la diócesis responsable de la evangelización de la parte central del país, o metropolitana.

 

Ciertamente este acontecimiento marca el camino de lo que en adelante será la acción pastoral y la misma historia de la comunidad de Atenas, pero  sin duda al caminar ahora como parte de la Diócesis de Alajuela, el camino recorrido hasta el momento enriquece la nueva experiencia  y da fuerza para seguir adelante.

 

“Recordar con gratitud el pasado, vivir con pasión el presente y abrirnos con confianza al futuro” (NMI 1) Esta celebre frase de San Juan Pablo II Papa da pie para iniciar esta investigación bibliográfica sobre la comunidad parroquial de Atenas, que hoy día llega a sus 158 años de fundación cuando en el año de 1846 el Obispo de entonces Mons. Anselmo Llorente y la Fuente la erige.

 

Pensar en toda la obra que el Señor a través de mediaciones humanas realiza a favor de su pueblo para un joven que está por terminar su formación inicial en el seminario es toda una fuente de inspiración y motivación para seguir respondiendo al Señor que siempre llama.

 

La Historia nos muestra el camino que se ha recorrido y como Dios sigue actuando en medio de su pueblo, por lo que esta historia ya no son simples acontecimientos, sino que a la luz de la fe se convierte en historia de salvación y objeto de estudio de la teología. 

 

Y es precisamente la teología la que ayuda a la Iglesia en su misión de conservar y actualizar fielmente la revelación. Pero nunca se debe confundir la relación entre la profesión de fe y su reflexión teológica. Solo las diferencias insuperables en la fe pueden romper la plena comunicación entre los cristianos, pero nunca legítima diferencias en la interpretación teológica de la fe[1].

 

Historia del Cantón de  Atenas

Dado la falta de datos precisos sobre la historia de esta localidad,  y en general sobre el proceso de reconocimiento y conquista de todo el territorio de lo que hoy es Costa Rica, es que no podemos ser cien por ciento asertivos al referirnos a lo que hoy es el territorio del Cantón de Atenas[2]. Mucho se recogido en la tradición oral, dado que durante casi todo el proceso de la conquista y pacificación, así durante la colonia y el tiempo de la independencia esta localidad se convirtió en paso obligatorio ya que constituía en ruta de acceso a nuestro territorio, en lo que más adelante sería conocido como la ruta de las carretas.

  Con base a todos los estudios históricos y arqueológicos bien puede afirmarse que durante la época Precolombina el territorio que actualmente corresponde al cantón de Atenas, estuvo habitado por indígenas del llamado Reino Huetar de Occidente, que en los inicios de la conquista fue dominio del cacique Garabito, el cual tenía su asiento en el valle del Río Grande. El sitio de la Sabana Larga, nombre con que se conoció la región durante la Colonia, se menciona desde 1788, fue propiedad de don Joaquín Oreamuno; luego de los señores José Solera y Anselmo Arias[3]. Aunque ya se menciona en documentos anteriores según consta en la obra de los Datos Cronológicos para la Historia Eclesiástica de Costa Rica de Monseñor Bernardo Augusto Thiel, Segundo Obispo de Costa Rica:

 

“el 16 de 1744 Miguel Cayetano de Ibarra hizo reconocimiento de un ramo de capellanía de $100, impuestos sobre 500 reses situadas en dos sitios a la otra banda del Río Grande de la Canoa (hoy Atenas). Nos dice además que el que el Presbítero Juan Manuel de Casasola era capellán de esa capellanía fundada por Juana Moscoso”[4].

 

Con estos datos podríamos estar hablando de una mención más temprana (de las que comúnmente se conocían) del territorio de Atenas. Interesante es como se le señala a este territorio como la margen derecha del Río Grande nombrado así por Juan de Caballón en 1561[5].

 

Los primeros colonizadores que llegaron a la zona provenían de los cantones de Alajuela, Heredia, San José y Cartago; quienes a finales del siglo XVIII empezaron a denunciar los fértiles terrenos, a fin de establecerse en ellos. En 1833 vecinos de Sabana Larga, presentaron ante la Asamblea Constitucional del Estado Libre de Costa Rica, una solicitud para establecer una ermita, ofreciendo cubrir los costos de su atención; así como proponían ceder una caballería de terrenos para las personas que decidieran ubicarse en la nueva población. Petición que lograron al promulgarse la Ley No. 15 del 8 de mayo del mismo año[6].

 

En 1843, con la construcción de la carretera nacional de San José a Puntarenas, de cascote de piedra denominado camino de carretas, el actual cantón de Atenas comenzó su desarrollo como uno de los tantos sesteos donde se suministraba alimento y albergue a los carreteros de esa época y a sus bueyes, que transportaban el grano de oro, otros productos y mercancías. En Ley No. 22, sobre ordenanzas municipales, del 4 de noviembre de 1862, Atenas constituyó una población del cantón primero Alajuela, de la provincia del mismo nombre. En la administración de don José María Castro Madriz el 24 de julio de 1867 en Ley No. 20, sobre ordenanzas municipales, se le otorgó el título de Villa a la población de Atenas. Posteriormente, el 24 de julio de 1918, en el gobierno de don Federico Tinoco Granados, se decretó la Ley No. 28, que le confirió a la Villa la categoría de Ciudad. El 16 de diciembre de 1876, ocho años después de que se creó el cantón, se llevó a cabo la primera sesión del concejo de Atenas, integrado por los regidores propietarios, señores Pedro Arias, Manuel Matamoros y Francisco Fonseca[7].

 

El primer edificio escolar fue construido en 1879, localizado frente al actual parque, durante el gobierno de don Tomás Guardia Gutiérrez; donde empezó a funcionar una escuela para niñas. Tiempo después se erigió otra escuela, esta para varones, en donde hoy está el colegio. Las escuelas José Carlos Umaña, para varones, y Libia de Saravia, para niñas, se unieron en 1953 cuando se inauguró el nuevo edificio escolar, que se denominó Escuela Central de Atenas. En 1925 se estableció una escuela complementaria, que fue la base fundamental de la segunda enseñanza en el cantón; la cual fue interrumpida tres años después y luego reinició labores en 1944. Por decreto ejecutivo No.10, del 27 de diciembre de 1952, se transformó la Escuela Complementaria en el Liceo de Atenas, durante la administración de don Otilio Ulate Blanco[8].

 

En 1883 se inició la construcción de una paja de agua, proveniente del río Cajón y quebradas cercanas al poblado. En 1912 se inauguró la cañería durante el primer gobierno de don Ricardo Jiménez Oreamuno. El primer alumbrado público de Atenas fue de faroles, en postes a cada quinientos metros sobre la vía principal, colocados en 1890. El alumbrado eléctrico con bombillos empezó a funcionar en enero de 1915, en la administración de don Alfredo González Flores. El origen del nombre del cantón se remonta al año de 1833, cuando los vecinos de Sabana Larga presentaron solicitud para edificar una ermita y construir el poblado, y a la propuesta del entonces Jefe de Estado don José Rafael de Gallegos y Alvarado, para que la nueva población se denominara Atenas; quien tenía gran admiración y afición por la cultura griega[9].

 

Movidos por la búsqueda de tierras de labranza y por la explotación minera de los Montes del Aguacate, algunas familias de Alajuela se fueron estableciendo en estas tierras.

 

 

 

Algunos datos sobre la Erección de la Parroquia San Rafael Arcángel de Atenas

 

En el año 1815, en la undécima visita pastoral que los  Obispos de León realizaron a Costa Rica, el Obispo Nicolás García Jerez, descubrió de forma casual, que en los parajes de los Montes del Aguacate, existían piedras que contenían oro y plata; parte de este cerro pertenece a Atenas. Esta zona se constituyó en fuente de trabajo para cientos de costarricenses[10].

 

La primera ermita se construyó en 1836, y el curato se creó en 1844. La parroquia se erigió en 1846, dedicada a San Rafael. Un nuevo templo se inauguró en 1868, en un terreno donado por don Anselmo Arias; obra que fue impulsada por el presbítero don Juan Inocente Ledezma. La edificación de la iglesia actual se inició en el año 1906 y se concluyó cuatro años después, durante el episcopado de monseñor don Juan Gaspar Sork Weeth, tercer obispo de Costa Rica, la cual actualmente es sufragánea de la diócesis de Alajuela, de la provincia eclesiástica de Costa Rica[11].

 

Según los datos de los que se tiene conocimiento nos dicen que el  primer cura que tuvo Atenas fue Fray Francisco López, un fraile agustino, de Quito quien vivió varios años en Alajuela estaba casi ciego y murió en esa ciudad el 24 de setiembre de 1848[12].

 

El sacerdote de origen Guatemalteco Pablo Rojas de Medina fue nombrado como teniente de Cura, luego de creado la parroquia y prestó sus servicios a la misma hasta el año 1856, año en que es nombrado como párroco el Pbro. Juan Inocente Ledezma, oriundo de la ciudad de Alajuela.

 

Dentro de las obras que más destacan del Padre Ledezma están la construcción de un templo que más apropiado conforme las necesidades de la población, dicha edificación tardó doce años en edificarse, siendo finalmente inaugurado en 1868. Este templo era muy espacioso pero debido a la mala construcción y a los materiales utilizados en la obra debió demolerse ya que constituía un peligro latente para los fieles[13].

 

El terreno para dicha construcción fue donado por don Anselmo Arias González, junto  con el lugar que ocupaba la plaza de deportes, en la actualidad en dicha plaza es ocupada por el actual parque[14]. 

 

El Padre Ledezma dedicó toda su vida a esta parroquia y fue el lugar donde vivió hasta su muerte, acaecida el 21 de Enero de 1893. Lo sucedió como cura el Pbro. Rafael Ramírez, el cual en su corta estadía comenzó a demoler el templo y echó las bases del actual[15].  

 

En 1892 llegó el Pbro. Ricardo Rodríguez, original de Santo Domingo de Heredia. En poco tiempo se ganó la confianza y el cariño del pueblo, que lo quiso con admiración y respeto, permaneció 26 años al frente de la parroquia caracterizándose por su dinamismo y esfuerzo a favor de la población[16].

 

 

Actual templo parroquial de Atenas cuya construcción inició en 1906

Inició la construcción del actual templo en el año de 1906 y obtuvo gran colaboración popular, pues el mismo vestía de seglar y trabajaba al igual que los demás boyeros acarreando materiales para la construcción del mismo; hacía las veces de albañil, otras de carpintero o de maestro  de obras, logrando ver levantado el templo en poco más de cinco años. Desde entonces solo le han hecho pequeñas modificaciones[17].

 

Por iniciativa del mismo Padre Rodríguez, se crearon algunas de las ermitas en los distritos y caseríos de, como la de los Ángeles y la de Concepción.  El Padre Rodríguez murió en Atenas y se le construyó un monumento en los jardines de la iglesia donde fue sepultado[18].

 

 

 

 

Construcción del actual Templo Parroquial.

            Como ya lo había señalado  en 1892 el entonces Obispo de la Diócesis de Costa Rica Mons. Bernardo Augusto Thiel Hofman, CM. (1880-1901) nombra al Pbro. Ricardo Rodríguez como Cura Párroco de Atenas. Desde entonces el Padre Rodríguez inicia una labor encomiable en esta región, comenzando por la demolición del viejo templo que venía constituyendo un riesgo para los fieles, e iniciando la construcción del actual templo.  

 

El Padre Rodríguez nació el 11 de agosto de 1868 en Santo Domingo de Heredia, en el hogar conformado por Don Rafael Rodríguez y Doña Joaquina Elizondo. Fue ordenado sacerdote el 21 de setiembre de 1891, sirvió en un principio como coadjutor de su propia comunidad. Posteriormente es trasladado a San Ramón y Palmares con ese mismo cargo[19].

 

 Al llegar a la comunidad constata que la iglesia existente era pequeña, fea y pesimamente edificada, se decidió a construir una más moderna y bella con la ayuda y el apoyo del pueblo. Él fue el primero en derribar el antiguo templo, subiendo con escaleras y quitando las viejas tejas de barro. Pero a la luz de esta investigación descubrimos que esta obra es fruto del acompañamiento que realizaba el Obispo de entonces, Mons. Bernardo Augusto Thiel Hoffman, quien durante su periodo de episcopado (1880-1901) realizó una serie de visitas pastorales a todo el territorio diocesano. Visitó la comunidad de Atenas en múltiples momentos  aunque cuatro fueron mediante la visita canoníca.

 

La primera de esa visitas canonícas según Ana Isabel Herrera Sotillo en su obra: “Mons. Thiel en Costa Rica 1880-1901”  nos describe que la primera de esas visitas se realizó del 23 al 24 de marzo de 1882, según consta en el libro II de las visitas pastorales de dicho ordinario[20].

 

En el libro de dichas visitas canonícas a propósito de su 2da visita a la comunidad de Atenas el 11 de setiembre de 1895, le recomienda al Presbítero Ricardo Rodríguez[21]:   

 

  1. “Que continúe tomando el mayor interés en la enseñanza de la doctrina, tomado sus medidas para que los niños de los barrios retirados se instruyan también.

  2. Que continúe igualmente fomentando y animando a las dos sociedades de la caridad presentes en su parroquia.

  3. Que vea como comienza pronto el trabajo de la nueva iglesia.”

 

Esta misma exhortación sería reiterada al Padre Rodríguez una vez más el cuándo el 15 de enero de 1899 volviera a visitar la comunidad parroquial. En carta enviada al Pbro. Don Ricardo Rodríguez, Mons. Thiel, exhorta:

 

  1. “Que continúe tomando el mayor interés por la enseñanza de la doctrina, adoptando las medidas más acertadas para que los niños de los barrios más retirados tomen parte en los catecismos, que de los siete años para arriba hagan anualmente su confesión, y la Primera Comunión se celebre cada año con toda solemnidad, en conformidad con los estatutos sinodales.

  2. Igualmente continúe dirigiendo bien las sociedades de caridad de las conferencias de las señoras.

  3. Se le autoriza llevar el viatico secretamente y acompañado del sacristán a los barrios remotos, para que aquellos fieles no carezcan de este consuelo.

  4. En cuanto al trabajo de la nueva iglesia parroquial, somos del parecer que aumenten la iglesia actual y entre tanto se esta haciendo este trabajo conviene no hablar de la construcción de ermitas en los barrios, por la dificultad de hacer muchas cosas a la vez[22]:”.

 

Analizado el contexto podemos ver como la necesidad de edificar un nuevo templo nace de la insuficiencia del templo para albergar a los creyentes, claro está, por las condiciones de la parroquia dado el aumento de fieles y el estado deplorable de las instalaciones, como a la incesante solicitud de parte del Obispo por iniciar dicha construcción.

 

Don Abel Rodríguez[23] decía que el Padre Ricardo se compró su propia yunta de bueyes que puso al servicio de la obra. Trabajaba en la misma forma que los demás boyeros transportando los materiales para la construcción (hierro, ladrillos en su gran mayoría), los cuales eran traídos de Estados Unidos por barco. Este material lo dejaba el tren en la estación de Rio Grande y de ahí había que trasladarlo hasta el centro de Atenas vía calle Boquerón[24].

 

      Varias personas repasan en su memoria, señala el artículo que hemos consignado, que había días en las que el Padre se levantaba a las dos de la madrugada, para partir rumbo a San Ramón a traer viajes de cal para la edificación con tal de estar disponible para el trabajo a las seis[25].

 

La consagración del templo la llevó a cabo el Señor Obispo Don Juan Gaspar Stork Weeth en 1916. Al solemne acto asistieron 22 sacerdotes provenientes de diferentes lugares del país, razón por la cual el Padre Ricardo tuvo que mandar a elaborar igual cantidad de tijeretas para que pasaran la noche en su finca de Los Ángeles. Por cierto la última comunidad se convirtió en artífice de la construcción de su hermanita, lo que en Concepción[26].

 

Bibliografía

 

 

  •  Pbro. José Rodolfo Murillo Salas, “Diócesis de Alajuela en tus Bodas de Diamante 75 años de Evangelización” Diócesis de Alajuela,  Alajuela, 1996.  

 

  • Pbro. José Alberto Quirós Quirós “Datos Cronologicos para la Historia Eclesiastica de Costa Rica” Ediciones CECOR 2002

 

  • Pbro. Lic. Luis Arturo Chávez Saborío, “ Mons. Barquero En Mis 25 años de Episcopado” Diócesis de Alajuela, Alajuela 2004, 168 pp

 

  • López Guzmán Leila, “Primer Centenario de la fundación del Cantón de Atenas” , 1968

 

  • AAVV Revista Gaceta Municipal año 2000

 

[1] Muller Gerhard Ludwig, “por el Espíritu Santo” Semanas de Estudios Trinitarios, p.108

[2] Cantón número 5 de la Provincia de AlajuelaCosta Rica, mediante decreto XXX del 7 de agosto de 1868.

[3] López Guzmán Leila, “Primer Centenario de la fundación del Cantón de Atenas” , 1968

[4] Thiel Hoffman  Bernardo Augusto, “Datos cronológicos para la historia Eclesiástica de Costa Rica”, Ediciones CECOR 2002, San José, p. 320

[5] Idem p. 24

[6] López Guzmán Leila, “Primer Centenario de la fundación del Cantón de Atenas” , 1968 p. 17

[7] Ídem p. 20

[8] Ídem p. 25

[9] López Guzmán Leila, “Primer Centenario de la fundación del Cantón de Atenas” , 1968 p. 26

[10] CECOR, “Directorio Eclesiástico 2004-2005” p.93

[11] López Guzmán Leila, “Primer Centenario de la fundación del Cantón de Atenas” , 1968 p. 27

[12] Ídem p. 27

[13] Ìdem p. 27

[14] Ídem p. 28

[15] Ídem p. 28

[16] Ídem p. 28

[17] Ídem p. 28

[18] Ídem p. 28

[19] Revista Gaceta Municipal año 2000

[20] Ana Isabel Herrera Sotillo “Mons. Thiel en Costa Rica 1880-1901”, Editorial Tecnológica de Costa Rica, Cartago 2009 p. 141

[21] Ídem p. 425

[22] Ídem p. 525

[23] El Articulo de la revista Gaceta Municipal menciona a Don Abel Rodríguez sin mencionar de quien se trata. Posiblemente se trata de algún personaje de la comunidad que aun se encontraba el colectivo al memento de escribirse el artículo.

[24] AAVV Revista Gaceta Municipal año 2000

[25] ídem

[26] Ídem

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